Lola | Paciente (60 años)
“Ser otra a partir de ahora”
Cera sobre papel. 22.5x32.5 cm
En la primera sesión, Lola cuenta entre lágrimas cómo durante mucho tiempo no pudo escapar de la pena que le producía la enfermedad de su madre y fue dependiente de los cuidados que le prodigó, sin poder vivir plenamente su propia vida.
Después de realizar un garabato con los ojos cerrados y la mano no dominante, ella verbaliza la sensación de que una mano externa le estaba guiando durante esta creación. De inmediato, al abrir los ojos, identifica en sus trazos aleatorios la figura de un monje tibetano en postura de meditación, que le dice: “Adelante. Disfruta de tu vida.”
Lola afirma que nunca en su vida se ha sentido tan escuchada como ahora en la Unidad de Cuidados Paliativos. Aunque es consciente de que no le queda mucho tiempo, quiere “ser otra a partir de ahora”.
“Todo lo que me representa”
''Ilusión''. Collage sobre papel. 25x33 cm
Lola se dice abierta a experiencias nuevas, así que acepta con entusiasmo la proposición de realizar un collage con recortes de fotos que selecciona sin dudar. Explica cómo todos tienen que ver con la mirada: la expresividad en los ojos de la mujer, la inocencia en los del bebé, el cariño en los de la niña, la fuerza y la energía en los del león, la luminosidad y la armonía en el ojo central. “Ilusión” es el título que da a su trabajo, y afirma: “Allí está todo lo que me representa. Soy yo.”
Acuarela sobre papel. 44.5x32.5 cm
Diálogo pintado entre Lola (trazo rosa) y su hija Mireia (trazo negro). Mireia: “El negro no es mi color, pero es porque tengo mucha tristeza por la enfermedad. Las letras representan Mami + Mireia.” Lola: “El rosa es todo lo valioso, lo esencial. Hay tristeza, pero también alegría.”
Mireia | Hija de Lola
Unos años después de la muerte de Lola, Mireia revisita las obras de su madre en las sesiones de arteterapia destinadas a preparar la exposición. Crea sus propias imágenes, desde su presente y su duelo.
Yago Partal | Artista visual
En una primera sesión de arteterapia junto a los otros profesionales creativos, Yago se expresa gráficamente sobre sus propias pérdidas.
En una segunda sesión, sin poder saber de quién es, Yago escoge una obra entre todas las producidas por pacientes y familiares. Eligió una pintura de Mireia.
Una vez conoce las otras imágenes realizadas por Mireia y Lola, Yago empieza su proceso creativo siguiendo las sugerencias de la arteterapeuta y haciendo interactuar su trabajo personal con lo que le inspiran las realizaciones de hija y madre.
Yago conoce a Mireia en la sesión conjunta. Después de su encuentro con ella, reorienta su trabajo hacia los elementos que le parecen esenciales.
Yago expresa su percepción del proceso completo con su pieza artística definitiva: “Vacío, abrazo y escondite”.