Isabel | Paciente (53 años)
''Mi hijo me ha sensibilizado a esta mirada''
Collage sobre papel. 46x32.5 cm
Isabel se siente muy comprometida con sus creaciones. Para la elaboración de este collage, pasa tiempo buscando el lugar adecuado de cada foto. Verbaliza el significado de la nueva imagen construida: “La Madre Tierra nos da sus frutos; necesita más armonía y protección. Mi hijo me ha sensibilizado a esta mirada”.
Explica que el joven quiere volver a vivir del campo, como el abuelo materno, originario del Delta del Ebro y evocado en la foto de un conductor de barca. A Isabel le gusta el deseo de su hijo mayor: “Si así encuentra armonía, podrá ser feliz”. Prosigue, pasando de una foto a otra: “Hay mucho cielo gris de polución, mucha ceguera, mucho aislamiento. La familia, las relaciones son importantes. En el fondo, la gente quiere reunirse, hablar. Hay que deshacerse de lo superficial”.
El día siguiente, se detiene en la foto de la chica que se deshace de una peluca. Recuerda el principio de la enfermedad y la quimioterapia, hace ocho años; cómo se sintió incómoda con su peluca y nunca la adoptó. Prefirió los pañuelos. “Nunca sentí una mirada de lástima por parte de mi entorno cercano y eso se agradece”.
La propuesta creativa de esta sesión es un “diálogo pintado”: quince minutos “hablándose” con formas en el papel, sin poder usar palabras, ni verbales ni escritas. Isabel elige el color siena y José Antonio el azul. Aunque él se muestra reacio al principio, también es deseoso de complacer a su pareja y entra de pleno en la comunicación gráfica.
Al acabar, ambos verbalizan su proceso: intentaron transformar los significados que pensaban que el otro estaba expresando, algo entre provocación y broma. “Como en la realidad, aunque aquí, con la pintura, es más tranquilo”. Aprecian los elementos: un volcán en erupción, casi en el centro, un pato en el camino de casa, una valla protectora convertida en cohetes, una luna que se transforma en barca. Los dos resumen sus sensaciones: “diversión” dice José Antonio, “titanes” dice Isabel. Y ella añade sonriendo: “una lucha de titanes”.
“Para morir, no habría que sufrir tanto…”.
Tiza sobre papel. 35x27 cm
Isabel tiene dolor en el estómago y, casi a punto de pedir un fármaco (“rescate”, en la jerga de cuidados paliativos), dice que siempre tiene reparo a tomar demasiado. Aguanta, con la boca seca. Nadia le propone improvisar un “rescate creativo”, aclarando que en todo momento está a tiempo de pedir la medicación.
En asociación con su malestar, escoge el gris. Lo extiende sobre el papel, conforme a lo que percibe su cuerpo, en el aquí y ahora. “No se me va”, declara. Esto le recuerda que, por las noches, siente dolor en ciclos cada vez más fuertes, hasta un punto álgido. Con la máxima sintonía y presencia, Nadia indaga en lo que pasa en esos momentos.
Isabel explica que, muy asustada, intenta respirar más tranquilamente y así acaba conciliando el sueño. Es el punto de partida para volver al color: ¿cuál puede asociar con la sensación de alivio? ¿Qué forma? A la vez que difumina el amarillo anaranjado, conecta con el contraste entre las dos manchas, evoca episodios dolorosos de su largo proceso de tratamientos: “Para morir, no habría que sufrir tanto…”.
Ahora llora, pensando en cuando ella ya no estará para su familia. Cuando entra su marido a la habitación, ella cambia de tema, pero él capta el ambiente. Isabel resume la sesión en una palabra, “beneficio” y expresa que el dolor de estómago ha desaparecido. Mirando la lámina desde su cama, se sorprende: en la mancha negra le parece ver la forma de un feto, como algo reparador, que se dispone a ver la luz.
Acuarela sobre papel. 35x27 cm
La propuesta es inspirarse a partir de un haiku (breve poema de la tradición japonesa) escogido entre varios. Isabel se decide por uno del poeta Yosa Buson (siglo XVIII): “Una bandada de gorriones / se agarran a las hierbas secas / durante el chaparrón”, porque ha hecho surgir en ella una pregunta “¿A qué, a quién me agarraría yo?”
Traslada el poema a la pintura y, al día siguiente, mirándola, se responde a sí misma: “Me agarraría a José Antonio, por tranquilidad, por facilidad, somos muy complementarios”. Habla de la pareja, de sus dos hijos mayores y autónomos, de la educación que les han querido dar, de la relación que les une.
Declara que no sabe explicarlo bien, por ser una dimensión muy diferente de la palabra, tan intensa… ¡Qué ocasión más buena para que Nadia le proponga probar a expresarlo con los materiales de arte!
“Hay diferentes formas de querer. En esta pintura están todas.”
Acuarela sobre papel. 35x27 cm
Isabel explora con el rosa, asociado con “Amor” y se deja llevar por las pinceladas. Las palabras surgen cuando aprecia lo variados que son los trazos y las intensidades: “Hay diferentes formas de querer. En esta pintura están todas.”
Con gestos de la mano, para imitar lo que sus ojos ven en el papel, explica: “Las pinceladas densas son el amor posesivo, las diáfanas, el amor ligero, el del bebé; las que son como plumas representan el amor sensual, de cabaret”. Se detiene en la pincelada vertical, que apareció al dejar caer una gota de pintura: “Esto es el dolor del amor. Parece que siempre debemos sufrir por algo”. Hay lágrimas en sus ojos. Añade: “Qué difícil querer bien”.
Cuando Isabel recapitula su proceso, le parece que paso a paso se vuelve más observadora de sus emociones y conductas, sintiéndose más sensible y atenta a no hacer juicios prematuros:
“Me pillo antes a mí misma, me vuelvo más sabia, tranquila, reflexiva, madura”. Afirma que siempre había temido o disimulado la emoción: “Para mí, era como un río cuando se desborda y lo inunda todo. Ahora veo que el río puede volver a su cauce de manera natural”.
José Antonio | Pareja de Isabel
Unos años después de la muerte de Isabel, José Antonio revisita las obras de su pareja en las sesiones de arteterapia destinadas a preparar la exposición. Crea sus propias imágenes, desde su presente y su duelo.
Carles Piera | Escultor
En una primera sesión de arteterapia junto a los otros profesionales creativos, Carles se expresa gráficamente sobre sus propias pérdidas.
En una segunda sesión, sin poder saber de quién es, Carles escoge una obra entre todas las creaciones de los pacientes y familiares. Es una de Isabel.
Una vez conoce las otras imágenes realizadas por Isabel y José Antonio, Carles empieza su proceso creativo siguiendo las sugerencias de la arteterapeuta y haciendo interactuar su trabajo personal con lo que le inspiran las realizaciones de la pareja.
En una última sesión conjunta entre familiares y artistas, Carles y José Antonio se conocen y comparten sus impresiones.
Carles expresa su percepción artística del proceso completo con su obra final, ''Eco''.
“Eco”. Modelado en resina, soldadura en metal y objeto encontrado. 55x20x35 cm (Pieza central) más 100 bombillas intervenidas.